lunes, noviembre 10, 2008

 

En la zona...


Se dice que en la zona de Polanco-Lomas hay pura gente nice que sale de sus departamentos, condominios, casa y mansiones y seguidas de sus escoltas van y vienen a los centros comerciales del poniente de la ciudad.
Se dice que en la zona de Polanco-Lomas trabajan tambien ejecutivos de traje gris, gris oxford, gris rata, y gris palido con sus corbatas rojas y zapatos cafes, maletin con laptop en una mano y un cafe de starbucks en la otra.
Se dice que en la zona de Polanco-Lomas tambien estan los publicistas y creativos de agencia que en jeans diesel y tenis adidas o puma caminan por ahi escuchando su ipod y hablando de su ultima filmacion.
Y ahora, lo que se dice hoy en dia de la zona de Polanco-Lomas es que es una zona peligrosa para vivir.

¿Y es verdad? Yo, estimado lector, no lo se.

Lo que sí se es que en estos ultimos 7 días he vivido un par de situaciones que, sin tener que ver con la zona, son algo que pocas veces se ve y que no se quiere volver a repetir.

Martes 4 de noviembre, 6:40pm siento un temblor que se hace presente en mi escritorio. Estoy apagado mi computadora listo para salir cuando se va la luz. Segundos despues entra la planta por lo que no le doy importancia ni al estruendo ni a la falla electrica. Termino de apagar mi computadora, me despido de mi jefe y compañeros mineros cuando noto que en la ventana muchas personas estan pegadas al vidrio y con el celular en la mano. Entre lo que alcanzo a entender de las conversaciones telefonicas es que un helicoptero o una avioneta se acaba de estrellar en reforma y periferico. A solo 3 cuadras de aqui.

Salgo a la calle y el caos ya era mayusculo. En efecto, un jet privado se habia estrellado en la calle de ferrocarril de cuernavaca, a no mas de 350 metros de mi oficina. De ahi el estruendo. De ahi la falla electrica. Y ahora tambien, de ahi la falla en los telefonos y la telofonia celular. Una verdadera catastrofe.

Y no era cualquier jet privado. Mientras algunos trataban de salir de la zona, otros, resignados, nos dispuisimos a pasar el rat como mejor pudimos, viendo las noticias. Y en las noticias escuchamos la tragica noticia, en el avion privado que habia caido a unos pocos metros de las minas de la publicidad donde laboro, venia el Secretario de Gobernacion acompañado de media docena de personas.

Una tragedia como pocas. Pero no mayor a la tragedia que vimos y escuchamos los que, como testigos incredulos, estabamos en la zona, observando o escuchando las historias de terror real que se vivieron a las 6:40 a unos metros de nuestras oficinas. Pero mejor no entrar en detalles que solo causan morbo e indignacion.

Miercoles. Dia tranquilo pero no por eso menos estresante que el anterior. La caida del avion privado se respiraba en todos lados. En las oficinas, los comercios, los cafes, las aceras, los restaurantes y centros comerciales. Todos en un radio de no mas de 10 cuadras. Todas impactadas de una u otra forma por el avionazo.

Jueves. El estres sigue. Un fuerte olor a gas comienza a sentirse en algunos de los edificios de la zona de polanco. Poco a poco el olor se infiltra en mas y mas edificios, obligando a los cuerpos de seguridad privada que los custodian a evacuarlos. Oficinistas, miles de oficinistas se arrojan a las calles cual exodo. La colonia Reforma Social, Polanco, Irrigacion, Lomas de Cahpultepec, y dice las malas lenguas que hasta bosques de las lomas. Una evacuacion general de edificios en un zona de unos 5 km. Y todo, por un olor a gas.

Los animos no estan para bromas. Pero la vida no es muy seria en sus cosas, y asi nos enteramos que el olor a gas o era sino eso: olor a gas y nada mas. No era gas, era solo el olor a gas que se habia escapado de un contenedor en el limite entre polanco e irrigacion. Aun así, al borde del panico se vivio la tarde de ese jueves.

Como si no fuera de por si complicado vivir en la ciudad. Ahora a las marchas, los plantones, los asaltos, los secuestros, las narcomantas, las obras publicas, los enfrentamientos a balazos y demas, tambien hay que sumarle las megacontingencias...

Yo no voy a decir nada, pero... la zona está que arde.



Continuara...

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