martes, agosto 08, 2006

 

Cocoyoc, un perro lobo.

Ah, pero que bonitos eran aquellos dias en que todo en la vida se resolvia de manera facil con solo tener un amigo. Y no era ni siqueira necesario que el amigo fuera simpatico o popular. No importaba si el amigo era humano o animal o vegetal. Es más, ni siquiera importaba que el amigo fuera real. Podia ser imaginario.

Asi es... a poco no recuerda usted aquellos dias de verano, en que acompañado de un fiel amigo imaginario, recorria el ancho mundo desde su jardin trasero, hasta el jardin delantero, en ese barrio o colonia donde vivio su infancia.

Que seria de este mundo si la gente aun recordara, aunque fuera de vez en cuando, a su amigo imaginario. A ese personaje que siempre estaba de acuerdo con nosotros, o al menos, nosotros con el. El amigo que nuncase enojaba con nosotros, con el que nunca nos enojabamos. Ese amigo, de nombre "Rayos", "Man", o "Calpernia", que nos acamopañaba en las buenas y en las malas, acaso no seria de utilidad hoy en dia.

Imagine a Andres Manuel Lopez Obrador, siendo feliz en una eleccion imaginaria en la que todos sus amigos imaginarios votaron por el (o a lo mejor incluso, ni sus propios amigos imaginarios lo harian).

Imagine a un George W Bush, que en vez de preocuparse por como destruir a los terroristas, confesara que en realidad, Al Qaeda, Hesbola, o el Ayatola, son sus enemigos imaginarios.

O por que no, a todos esos maestros disidentes en oaxaca, dejando en paz a la sociedad civil, convencidos al fin que Ulises Ruiz es mas que parte de su imaginacion.

No si definitivamente estariamos mejor si algunos de esos niños malqueridos, maleducados y hoy maldecidos, hubieran tenido un amigo, aunque sea imaginario, en su infancia. El mochaorejas, el Sadico y la mataviejitas seguramente no serian sociopatas si hubieran compartido aventuras imaginarias con sus amigos imaginarios. O esos politiquillos de 5ta como el Gober precioso, no tendria que comprar amistades con el dinero de todos, de tener amigos imaginarios. Tanto en este mundo seria mejor si tan solo no nos olvidaramos de esos amigos imaginarios.

Yo, he de confesar, que despues de muuucho tiempo de abandono, hace poco reencontre a mi amigo imaginario, bueno, no era un amigo como tal. Mas bien era mi mascota. Claro que en mi infancia nunca acepte que era imaginario. Mas bien siempre quise creer que era invisible. Un perro invisible. De raza y nombre COCOYOC. Mitad lobo, mitad perro. Y que vivia en el techo de mi casa.

A que buenos dias aquellos en que mi buen cocoyoc auyentaba a los ladrones y robachicos, y a uno que otro gato pendenciero que no dejaba dormir. Cocoyoc, mi perrolobo invisible, nos cuidaba a mi y a mi hermano. El bueno de cocoyoc. Hoy cocoyoc ha regresado a mi vida, y estoy feliz de ello. Esta vez, prometo ya no mandarlo al techo. Tal vez hasta le compre una casita.

Yo no voy a decir nada, pero... porque demonios alguien tuvo que imaginar al PEJE?

Comments: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?